Fitball, el entrenamiento redondo

Bolas gigantes para entrenar.

 El uso de las fitballs en la práctica deportiva es considerado por los expertos como parte de “un entrenamiento funcional”, ya que permite trabajar el cuerpo como un todo global, con lo que el ejercicio siempre es más completo. En este sentido, el entrenador personal Fernando Sánchez precisa algunas de las propiedades que se atribuyen a estas bolas gigantes. Estos son los beneficios del fitball:

  • El fitball es una actividad encuadrada dentro de la denominada ‘slow gym’, es decir, gimnasia suave que, sin embargo, permite trabajar todo el cuerpo de forma completa.
  • Mejora el equilibrio y la propiocepción, esto es, el sentido que permite saber cuál es la posición relativa de los diferentes músculos a lo largo de todo el organismo.
  • Aunque con las fitballs se pueden entrenar muchas zonas del cuerpo, su trabajo principal se realiza en el denominado ‘core’ (la parte media del cuerpo donde se encuentra el transverso abdominal, suelo pélvico y glúteos) y en los estabilizadores de la columna.
  • Precisamente este trabajo con la zona core hace que haya un mejor control postural, puesto que se fortalecen los músculos de esta área y, con ello, la capacidad de una mayor estabilidad del cuerpo.
  • La superficie y la relativa dureza de las fitballs hace que se adapte a las diferentes características de las personas que las usan.
  • Las bolas gigantes ofrecen un acondicionamiento físico integral, ya que, con ellas, se trabaja tanto la coordinación y la flexibilidad como la resistencia y la fuerza.
  • Las fitballs también se utilizan como complemento en clases de actividades aeróbicas, por lo que es una herramienta más para hacer trabajar el sistema cardiovascular. Se pueden incluir tanto en la fase de calentamiento como en la de ejercicios y, por supuesto, en la parte final de estiramientos.

Fitball para la rehabilitación de lesiones

Ahora mismo vemos el fitball como una actividad física ideal de acondicionamiento para toda la población, pero realmente su uso se inició como forma de rehabilitación para tratar diferentes lesiones deportivas, así como una forma de reeducación postural o readaptación física para las personas más mayores. En estos tiempos, estos tres públicos conviven, sin ningún problema, como beneficiarios de las bolas gigantes, junto con los deportistas de élite que también las usan en sus programas de entrenamiento.

En este sentido, según indica Fernando Sánchez, entrenador personal de Body Factory Pozuelo, “el fitball puede ser de utilidad para establecer sucesivas progresiones en el control, evolución y tratamiento de una lesión”. Por este motivo, el uso en readaptación funcional y fisioterapia es continuo, aunque su inclusión en un programa de rehabilitación debe ser, lógicamente, muy cuidadoso. Así, los ejercicios de fisioterapia con fitball deberán empezar con situaciones estables y estáticas, para, paulatinamente, ir progresando a ejercicios con más dinamismo e inestabilidad.

Hay una serie de pautas que deben seguir las personas que practiquen fitball, ya sea como una herramienta de acondicionamiento físico, o como un elemento de ayuda en la rehabilitación de alguna lesión. Así, lo ideal es hacer una evaluación inicial para adaptar los ejercicios con fitball al nivel de forma y de ese modo poder ir diseñando una progresión correcta.

Además, es importante determinar cuál es el objetivo de este entrenamiento, puesto que no serán los mismos ejercicios, cargas y repeticiones para, por ejemplo, personas que deseen trabajar el tren superior y ganar fuerza en situaciones de equilibrio dinámico o realizar una reeducación postural por problemas de lumbalgia.

Estos son algunos consejos para practicar fitball correctamente:

Altura Diámetro
1,50 m 45 cm
1,60 m 55 cm
1,70 m 65 cm
1,80 m 75 cm
1,90 m 85 cm
  • La bola que cada uno debe usar dependerá de la altura y de la longitud de las piernas. Así, la persona debe formar un ángulo de 90 grados con sus piernas flexionadas una vez esté sentado y con los pies perfectamente apoyados en el suelo. Es difícil calcular la talla exacta, pero una tabla general sobre la pelota que necesitarías es la que puedes ver destacada en rojo:
  • Es importante inflar correctamente la bola de fitball. No debe cargarse demasiado ni quedar muy floja, puesto que haría que no hiciésemos los ejercicios con seguridad y corrección.
  • Estas bolas gigantes se pueden pinchar, por lo que es mejor no utilizarlas en exteriores. Como en todo, hay diferentes calidades de fitball y siempre es mejor elegir una con un material resistente, aunque sea algo más cara.
  • Para limpiarlas, basta con lavar las pelotas con un trapo mojado. Si es necesario, se puede utilizar jabón pero sin frotar con espartos u otro material abrasivo.
  • Como en cualquier actividad física, debes calentar antes de empezar los ejercicios y no te olvides de estirar cuando termines para evitar lesiones.
  • Una correcta hidratación es muy importante antes, durante y después de la tabla de ejercicios de fitball.

Hay decenas de ejercicios que se pueden hacer con un fitball, dependiendo de las zonas que se quieran trabajar y de la condición física de la persona que vaya a trabajar con esta bola suiza. Sin embargo, aquí os presentamos una tabla muy sencilla con 10-20 repeticiones de cada ejercicio que puede ser una buena base para un entrenamiento más completo con fitball, ya sea en el gimnasio o en tu propia casa:

Fitball para hombros y brazosHombros y espalda

Coge con cada una de las manos unas mancuernas (elige el peso en función de tu capacidad) y siéntate sobre el fitball con la espalda recta y las palmas hacia arriba. Dobla el codo hasta formar un ángulo de 90 grados y, cuando estés listo, mueve los brazos hacia delante hasta llegar a la altura de las rodillas y luego, de nuevo, hacia atrás hasta llegar a las caderas. La idea es que hagas una sesión de remo sentado.

Fitball para la cinturaCintura

Siéntate sobre el fitball con la espalda recta y las piernas juntas. Realiza un movimiento circular hacia la derecha sin mover la cadera y manteniendo la espalda recta. Haz este mismo ejercicio pero esta vez girando enl tronco hacia la izquierda.

Abdominales

Con los dos pies bien firmes en el suelo, túmbate boca arriba sobre la fitball, apoyando la parte baja de la espalda sobre ella; has de formar un ángulo de 90 grados con tu espalda y piernas. Coloca las dos manos detrás de la nuca y trata de levantar el tronco haciendo fuerza con los abdominales y sin que la pelota se mueva. Vuelve a recuperar la posición y realiza otra subida. Si lo que deseas es trabajar los abdominales oblicuos, con esta misma posición de partida, debes subir el tronco hacia un lado como si el codo izquierdo quisiera llegar a la rodilla derecha y viceversa.

Fitball para glúteos y piernasGlúteos y piernas

Coloca la pelota de fitball junto a una pared (no es necesario, pero ayuda a que no se mueva). Túmbate en el suelo y, con las piernas estiradas y los brazos también a lo largo del cuerpo, pon los pies encima de la bola, de tal manera que, en la posición inicial del ejercicio, sólo la cabeza, la parte superior de la espalda y los brazos estén en contacto con el suelo. Ve doblando las rodillas mientras que arrastras la fitball hacia ti hasta que las rodillas hagan un ángulo de 90 grados y vuelve, poco a poco, a la posición inicial.

VIA: http://www.webconsultas.com

Pilates contra la Ciática

Con Pilates puedes mejorar tus molestias de ciática.

Te proponemos una serie de ejercicios para flexibilizar la columna lumbar y evitar la aparición de la molesta ciática. Si quieres puedes venir a nuestro centro y te ayudaremos a realizarlos con una mayor seguridad para tu espalda.

La ciática consiste en un dolor neuropático, irritativo y de difícil control analgésico que puede iniciarse en la  región lumbar y recorre la pierna desde el glúteo y la zona posterior del músculo, pudiendo llegar incluso hasta la planta del pie.

Suele dificultar el descanso nocturno y se agrava si nos sentamos o tosemos. Además, provoca alteración de la sensibilidad, sensación de calambre y hormigueo en el trayecto del nervio irritado y en ocasiones puede provocar pérdida de fuerza.

La ciática suele aparecer cuando se produce un pinzamiento en el lugar en el que convergen las raíces del  nervio ciático que emergen desde la médula espinal. La contractura muscular, la degeneración discal y la artrosis lumbosacra son las causas más frecuentes. Otras causas pueden ser la hernia discal, el  estrechamiento del canal lumbar o el síndrome facetario.

Suele afectar a personas sedentarias o con una postura forzada durante largos periodos de tiempo. Las   sobrecargas musculares, la obesidad o el embarazo también son factores de riesgo. En personas de más de  50 años suele estar en relación con la degeneración de los discos y la artrosis de la columna lumbar y en personas más jóvenes puede estar provocada por una hernia de disco.

Para prevenirla, debemos evitar la obesidad y el sedentarismo y mantener una correcta higiene postural de la espalda. Para el control del dolor en las fases iniciales, que puede resultar muy limitativo, se emplea tratamiento médico. Se debe realizar reposo unos días e iniciar progresivamente una actividad física suave (terapia en piscina, yoga o refuerzo de la musculatura lumbar).

Debemos volver al especialista si se mantiene o progresa la alteración de la sensibilidad, especialmente en las piernas, para descartar otras causas. El tratamiento quirúrgico se reserva para casos con compromiso radicular mantenido o hernias discales con afectación sensitiva y motora.

EJERCICIOS PARA PREVENIR LA CIÁTICA

Los ejercicios irán encaminados a flexibilizar la columna lumbar, la articulación sacroilíaca y la musculatura pelvitrocantérea.

1. TRABAJO DE ROTACIÓN DE COLUMNA:

En primer lugar, realizamos rotaciones de cuello a un lado y otro, sin levantar la cabeza, sintiendo el movimiento de rotación de la columna. Después, con el cuello en posición neutra, movemos a un lado y otro las rodillas sintiendo la flexibilización de la columna lumbar. Por último, movemos cuello y piernas en sentidos contrarios sintiendo como la columna se retuerce flexibilizándose.

2. ESTIRAMIENTO DEL DORSAL ANCHO:

Colocamos los brazos al frente y en cada espiración alargamos un poco más. Después hacemos lo mismo con los brazos hacia cada lado. Los glúteos deben estar junto a los talones.

3. ESTIRAMIENTO GLOBAL CADENA POSTERIOR:

Colocamos las piernas apoyadas en la pared (los brazos tiene que estar relajados a lo largo del cuerpo) y en cada espiración intentamos estirar un poco más las rodillas y hacer una extensión en los tobillos manteniendo el cuello estirado, como si nos estiraran desde la cima del cráneo.

4. ESTIRAMIENTO DEL PIRAMIDAL Y MUSCULATURA PELVITROCANTÉREA:

Con una pierna apoyada sobre la rodilla contraria, en cada espiración vamos acercando la rodilla flexionada cada  vez más hacia el pecho consiguiendo así estirar el músculo piramidal contralateral.

Flexionamos una pierna y la cruzamos sobre la pierna extendida. En cada espiración llevamos la rodilla un poco más hacia el pecho y la mirada hacia atrás.

5. ESTIRAMIENTO DEL PSOAS:

Vamos a estirar el psoas de la pierna extendida hacia atrás. En cada espiración, dejamos caer un poco más el peso sobre la pierna adelantada, cuyo pie debe estar totalmente apoyado sobre el suelo. Para aumentar más el estiramiento levantaremos el brazo del mismo lado del psoas a estirar.

6- ESTIRAMIENTO DE LA CADENA ANTERO-LATERAL:

Con la columna lumbar completamente apoyada en el suelo, evitando la curva lumbar, intentaremos llevar a
más la apertura de los brazos y aproximar las rodillas más al suelo con cada espiración.

VIA: http://www.sportlife.es

En el Centro de Pilates Mercedes Roldán te ayudaremos a mejorar la salud de tu espalda, preguntanos y te ayudaremos resolver tus dudas.

Avenida de los Canteros 16, Local 6 – Alpedrete. Teléfono: 654 59 14 85